Instituciones Sociales y su relación con la Sociología.
En geometría un poliedro es un cuerpo geométrico
formado por caras planas que encierran un volumen finito. Así tenemos al
tetraedro con cuatro caras, al dodecaedro con doce o al icosaedro con veinte, y
la cosa se puede complicar todo lo que se quiera, así podemos tener al
hexecontaedro deltoidal – no es broma - con 60 caras o al hexaquisicosaedro con
120 y podemos complicarlo más todavía, podemos hablar de poliedros irregulares,
convexos, cóncavos, arquimedianos, prismas y antiprismas, sólidos platónicos y muchas
variantes más.
La sociedad es como un sólido irregular de
múltiples caras, aristas, ángulos diferentes y dimensiones, por esa razón se
facilita su estudio si se realiza desde múltiples puntos de vista, de la misma
manera que muchos poliedros, para intuir cuál es su forma real, hay que
estudiarlos desde arriba (planta superior), desde abajo (planta inferior),
desde la derecha (perfil derecho), desde la izquierda (perfil izquierdo), desde
delante (alzado anterior) y desde detrás (alzado posterior), las conocidas como
proyecciones diédricas.

Lo primero que a cualquier persona le aparece a la
cabeza cuando oye el vocablo “Institución Social” es el concepto de organismo
que desempeña una función de interés público, fundamentalmente de tipo benéfico
o docente, como la desaparecida Institución Libre de Enseñanza o la Cruz Roja,
o bien, las organizaciones esenciales que forman parte de un Estado o nación
como el congreso o el Tribunal de Cuentas. Ambas definiciones vienen como
acepciones 3 y 4 del diccionario de la Real Academia.
Pero en sociología una institución social no es
exactamente eso, incluso para ser sinceros, el concepto de institución ha sido
empleado por los sociólogos de forma y con significados distintos. Hay más aprobación
en decidir qué entidades o hechos sociales son una institución que en la propia
definición de institución. Por ejemplo, todos están de acuerdo en que el
matrimonio es una institución, o, que también lo es el buen hábito de algunas
sociedades de decidir quién va a gobernar según el efecto de las urnas; ahora
bien, definir lo que es una institución presenta diferentes matices según la
escuela sociológica de que se trate, aceptando todas ellas que una institución
es antes que nada una práctica social, es decir, un conjunto de intereses que
dan lugar a comportamientos previsibles por parte de los individuos, que las
siguen de modo casi irreflexivo y que no necesitan de justificaciones para
llevarlas a cabo.
En solución, existe consenso en que una institución
social es antes que nada una práctica que ha logrado un grado amplio de
aceptación social. En el sentido de que las acciones que se ajustan a esta
pauta social no parecen visibles o destacables, siendo por el contrario muy
visible aquellas otras que parecen alejarse de esas pautas o transgredirlas.
Cuando una determinada práctica social adquiere esa aceptación generalizada se
dice que tal práctica se ha institucionalizado.
A poco que pensemos podemos encontrar en nuestro
alrededor instituciones sociales y procesos de institucionalización. Yo no me
resisto a contaros una práctica social que sufrí cuando era estudiante. Los
estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid puede que fuéramos bastante
crueles poniendo motes a los profesores, creo que es una costumbre,
probablemente una institución, que todavía está vigente entre los estudiantes
de hoy en día, tengo que preguntárselo a mi hijo, pero los que eran
terriblemente crueles eran los profesores con los estudiantes en los exámenes.
El suspenso en la Politécnica era una institución. Se había institucionalizado
desde el momento en que se había aceptado tácitamente por profesores, alumnos y
familias, se concebía como algo normal, como un gaje de estudiar ingeniería,
cuando en realidad una universidad no debería estar pensada para suspender sino
para formar profesionales. Incluso, la idea del suspenso como pilar del
prestigio de la Politécnica, estaba aceptada por la sociedad en la que la
universidad estaba integrada, sobre todo en el empresariado. Los titulados de
la Politécnica eran los mejores porque superaban unos exámenes terribles en los
que se suspendía mucha gente. “¿Ese arquitecto es capaz de construir una
casa?, ¿ese ingeniero es capaz de construir un puente?, ah no sé, pero ha
aprobado unos exámenes muy difíciles”.
Volviendo al tema principal del artículo, hemos
visto hasta ahora la parte comúnmente aceptada por todas las corrientes
sociológicas, pero entonces, ¿en qué se diferencian las distintas escuelas
respecto del concepto de institución social?.
Para el funcionalismo, aparte de ser maneras de
actuar y creencias con alto grado de aceptación social, las instituciones
cumplen funciones que son necesarias para la propia existencia de la sociedad
como tal. Talcott Parsons hablaba de un conjunto de prerrequisitos funcionales
universales que resultan imprescindibles para que todo el sistema social tenga
un orden persistente, dicho de un modo que todo el mundo pueda entender, son
aquellas prácticas que una sociedad debe cumplir para que la sociedad pueda
seguir funcionando con normalidad.
Para Parsons y sus seguidores los elementos
fundamentales de la sociedad – lo que podríamos llamar “sociedad mínima” o la
parte imprescindible de una colectividad para poder llamarla sociedad – se
compone de cuatro sistemas que funcionan cooperativamente.
En primer lugar existe un sistema de reproducción y
socialización básica de los individuos,
lo que Parsons denominaba “Sistema Fiduciario”. En segundo término toda
sociedad debe contar con unas estructuras económicas que proveen de bienes y
servicios, que promueven la manufactura y el comercio y dan trabajo a las
personas. En tercer lugar debe existir un sistema que proporcione y mantenga el
orden, un sistema de poder, de articulación territorial y de uso legítimo de la
fuerza. Y, por último, un sistema de creencias, de valores, en el que habría
que incluir a la religión, lo que Parsons llamaba “Comunidad Societal”.
enlaces:
http://www.monografias.com/trabajos10/insoc/insoc.shtml
Kohler, H ., Artiles, A (2005). Manual de la sociología del trabajo y de las relaciones laborales (2da ed.).Madrid, España: Delta
http://www.monografias.com/trabajos10/insoc/insoc.shtml
Kohler, H ., Artiles, A (2005). Manual de la sociología del trabajo y de las relaciones laborales (2da ed.).Madrid, España: Delta
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